Juego con un enfoque geométrico-manipulativo que se puede usar sin problemas a partir de los tres años de edad.
El origen del Tangram no está claro, incluso se piensa que se remonta entre los años 618 y 907 de nuestra era, época en la que reinó en China la dinastía Tang de donde se derivaría su nombre.
El Tangram es un rompecabezas compuesto por siete piezas: un paralelogramo (romboide), un cuadrado y 5 triángulos. El objetivo de este juego es crear figuras utilizando las 7 piezas que deben tocarse pero no superponerse.
Competencias didácticas
Hoy en día, el Tangram se usa como entretenimiento pero también se utiliza en psicología, en educación física, en diseño, en filosofía y particularmente en pedagogía. Este material permite trabajar aspectos como:
- la psicomotricidad fina y la coordinación oculo-manual
- el desarrollo de la orientación y estructuración espacial (arriba, abajo, izquierda, derecha)
- formar ideas abstractas
- la capacidad analítica
- la resolución de problemas
- la percepción visual del todo y las partes
- las competencias lógico-matemáticas
- la geometría plana
- la observación y la concentración
- la creatividad y la imaginación
- la memoria
Desarrollo
La mejor manera de introducir este material es que de manera individual la niña o niño manipule y explore todas las posibilidades que le aporta este material y su consiguiente juego libre. Si somos docentes, tras la libre manipulación individual, sería conveniente agrupar a las niñas y niños (de 2 a 4 criaturas) para que verbalicen y comenten sus hallazgos e impresiones. Si no estamos en la escuela, la persona adulta puede ayudar a dicha verbalización formulando preguntas a la criatura como: ¿qué es ésto?, ¿qué colores tienen?, ¿qué figuras son?, ¿qué podemos hacer?, etc.
A continuación podemos facilitar una serie de plantillas con figuras para que las reproduzcan con el Tangram. Dependiendo de la edad, grado de dificultad y de qué estemos trabajando propondremos unas figuras u otras. En este punto destacamos que las plantillas deben tener el mismo tamaño que el Tangram original para que puedan colocar las piezas encima y hacerlas correspoder. Cuando la criatura ya ha comprendido la mecánica del juego y es capaz de colocar las piezas correspondientes en la plantilla para construir la figura, es el momento de ofrecerle las figuras completas sin que se puedan distinguir las piezas que la compone.
Por ejemplo, si estamos trabajando las aves acuáticas, podemos facilitar una plantilla con la figura de un pato donde se vean las piezas que la componen y más adelante la figura del pato sin escisiones.
Lo más interesante de este material no es que las niñas y niños armen el modelo a la primera, sino que experimenten con las piezas para resolver el problema planteado que es construir la figura del modelo. Mediante la manipulación se irán dando cuenta de que por ejemplo, dos triángulos pueden formar un cuadrado, lo que contribuirá al desarrollo lógico, geométrico y espacial.
Este material permite realizar numerosas actividades y juegos y a todos los niveles de complejidad: reproducir la letras y números, contar cuentos ilustrándolos con el Tangram, crear figuras equivalentes, etc.
Material imprimible
Aquí os dejo un Tangram para imprimir y recortar. Uno está a color y otro en blanco y negro que da la posibilidad de ser coloreado.