Medusa

Manualidad que se puede realizar a partir de los 3 años de edad. Es sencilla, barata y divertida con la que poder jugar sin miedo a que se rompa o se despegue.

Competencias didácticas

Con esta manualidad trabajamos aspectos como:

  • la coordinación oculo-manual
  • la psicomotricidad fina
  • la creatividad
  • el reciclaje

Recursos

Los materiales que necesitamos son:

  • botella de plástico
  • lana
  • botones
  • aguja para lana
  • tijeras
  • taladradora de papel (recomendable)
  • mechero o vela
  • 2 botones (opcional)
  • rotulador permanente

Desarrollo

Para hacer la medusa, primero cortamos la botella de plástico con unas tijeras. Si la niña o niño que va a realizar la manualidad es mayor (más de 12 años) o tiene suficiente habilidad para ello, puede cortarla ella misma, sino es mejor que esta tarea la haga la persona adulta para evitar que se corten.

Una vez cortada le hacemos unos agujeros con la taladradora de papel en la parte inferior de lo que será nuestra medusa. La separación entre los agujeros puede ser la que queráis. Nosotras los hemos separado unos dos dedos de ancho. Esta tarea la pueden realizar las niñas y niños de cualquier edad, aunque siempre con la ayuda y supervisión del adulto que le ayude con la taladradora de papel. Si no tenéis taladradora, no pasa nada, podéis hacer los agujero con la misma aguja para lana, pero es mucho más laborioso y no lo podrán hacer los niños y niñas pequeños.

Para evitar que el filo de la botella de plástico corte es necesario aplicarle algo de calor con un mechero o vela. Para ello, con mucho cuidado, atención y paciencia vamos pasando la llama por todo el filo a redondear. Así quedará romo y endurecido para que no haya peligro de corte. Este paso sólo lo podrá realizar la persona adulta.

Y ahora es el momento clave de la manualidad: la criatura puede ir ensartando la aguja con las tiras de lana como muestra la imagen. Nosotras hemos elegido tiras de lana el color rojo que habían ido sobrando. De este modo hemos reciclado también todos esos pedacitos de lana.

Con esta acción de pasar la aguja por los agujeros se contribuye muy bien a practicar la psicomotricidad fina y la coordinación oculo-manual. También ayuda a trabajar la paciencia, la atención y la concentración.

Cuando ya está la lana ensartada en el agujero le hacemos varios nudos para fijarla. Si la niña o niño no sabe hacer nudos sería un buen momento para comenzar a practicarlo, y sino el adulto será quien los anude.

Cuando ya tenemos todos los tentáculos de la medusa listos es hora de ponerle los ojos. Las medusas no tienen ojos, pero para hacerla más simpática hemos decidido ponerle un par de ojos con botones. Para ello procedemos de la misma forma que hicimos para ponerle los tentáculos: hacemos un agujero en el plástico y amarramos los botones anudando la lana. Al no usar nada de pegamento en nuestra medusa la hacemos más resistenten a roturas.

Por último, aunque las medusas tienen la boca en el orificio inferior de su cuerpo, le podéis poner una boquita con un rotulador permanente para darle expresión.

Y además…

Si como docentes estáis trabajando unidades didácticas globalizadas os dejo aquí una canción en inglés para trabajar a través de la música algunas partes del cuerpo, el movimiento y la expresión corporal con la temática de la “jellyfish”. Si no sois docentes es una canción educativa y divertida para bailar en familia o en fiestas infantiles.